Lucía Álvarez Vivas

Alumna de Documentación. Curso 2007/2008 Mitología Clásica

 

"El Rapto de Proserpina de P. P. Rubens"

1. Descripción del cuadro

El rapto de Proserpina, cuadro realizado por P. P. Rubens entre 1636 y 1638, se encuentra en la actualidad en el Museo del Prado. Este cuadro se enmarca dentro del movimiento barroco y representa una escena llena de tensión, movimiento y violencia que caracterizan el secuestro. El contraste de color aumenta el dramatismo y la riqueza de las telas empleadas y el canon de belleza femenino con mujeres entradas en carnes y muy blancas de piel representan claramente el estilo de Rubens. En la escena nos encontramos con 6 personajes: Hades, Perséfone, Atenea, Afrodita, Artemis y Eros doblemente representado.

 

HADES

 

Se reconoce a Hades por estar acompañado de unos caballos negros los cuales se atribuyen a su cuadriga que siempre le acompaña, además uno de los epítetos de Hades es "el de los corceles", lo cual le pone en relación con los caballos, al igual que ocurre en el caso de Poseidón. También se deduce por la violencia con la que sujeta a Perséfone que da la impresión de un rapto o secuestro.

 

PERSÉFONE

 

Es difícil saber de quién se trata si no contextualizamos al personaje. Si vemos la situación de un rapto en medio de un jardín de flores y conocemos el mito no será difícil determinar que la doncella no es otra que Perséfone, la hija de Zeus y Deméter. En el mito se cuenta que en el instante en el que Hades apareció Perséfone estaba recogiendo flores en la isla de Sicilia que depositaba en un cesto de mimbre y que por la violencia de la acción este cesto se cayó al suelo. En el cuadro se puede ver cómo a los pies de Perséfone se encuentra dicho cesto.

 

ATENEA, AFRODITA y ARTEMIS

 

Atenea es de las tres mujeres representadas a la que mejor se reconoce ya que se la distingue por su ropaje, ataviada con armadura y telas oscuras y sobre todo por su casco, lanza y escudo, así como muy posiblemente la égida, símbolos todos ellos característicos de la diosa y que siempre la acompañan.

Tras ella están Afrodita y Ártemis identificadas por el significado que quiere dar el autor a la escena: el simbolismo de estas diosas muestra el paso de la virginidad encarnada sobre todo por Artemis, pero también por Atenea y el amor puro o violento representado a través de Afrodita. Las figuras de Atenea y Ártemis pueden representar también la lucha y el enfrentamiento que se está viviendo en esta situación de secuestro ya que éstas son diosas de la guerra y los enfrentamientos. De otro lado, es fácil evocar los múltiples episodios en que una muchacha es raptada del Coro de Ártemis.

 

EROS

 

Por último identificamos a Cupido por su representación  como un niño pequeño desnudo y provisto de dos pequeñas alas en su espalda. Cupido está representado doblemente lo que alude a su doble personalidad al igual que su madre (recuérdese la Afrodita Urania identificada con el Amor Puro o Primordial y la Afrodita Pandemos o del Amor Vulgar), representando por un lado el amor puro y por otro el amor violento.

Se ve como un Cupido agarra las riendas indicando el camino al inframundo a los corceles y, por otro lado, al Cupido que azuza a estos con un látigo.

 

2. Explicación del mito:

Perséfone, al  decir de algunas fuentes, se encontraba alejada de todo en la isla de Sicilia, cerca de unos manantiales de aguas calientes recogiendo flores junto con una serie de ninfas. Perséfone vio una flor bellísima, un narciso, en el momento y en el que se agachó para recogerlo irrumpió de repente Hades con su cuadriga de caballos (yeguas) y agarrándola con fuerza se la llevó al inframundo. Se dice que Zeus permitió este rapto y que según sus deseos fue él quien hizo brotar el narciso, flor que asombraba tanto a dioses como mortales.

Nadie se percató del rapto, solo Hécate, hija de Perses, que la oyó desde su morada.  Mientras Perséfone veía aún la tierra gritaba sin cesar con el ánimo de que su padre, el Cronida fuese en su ayuda, pero éste se hallaba lejos. En un último momento fue su madre, Deméter, quien oyó sus gritos de auxilio lanzándose inmediatamente en su búsqueda. Durante nueve días anduvo errante por la tierra, llevando en sus manos antorchas encendidas pero nadie quería decirle la verdad, ni dioses ni hombres. Al décimo día, Hécate le confesó a Demeter que había oído la voz del secuestrador pero que no lo vio, ambas fueron a ver a Helios hijo del titán Hiperión que le cuenta que fue el propio Zeus quien se la entregó a su hermano Hades como esposa. Tras esto la diosa sintió un dolor profundo que la hizo apartarse del mundo de los hombres desfigurando por completo su imagen ya no bebía ni de la ambrosía ni del néctar que constituyen el alimento divino. Llegó a Eleusis y allí pasó un año e instituyó los misterios del Eleusis. Este año fue el más espantoso para los hombres sobre la tierra fecunda ya que la tierra ya no hacía medrar las semillas, los bueyes arrastraban en vano sus arados y mucha cebada cayó de forma inútil al suelo, de modo que pasaron un hambre terrible y además privaron a los dioses de las ofrendas. Enterándose de esto Zeus envía a Hermes al Hades para persuadir a Hades que le permita llevar a Perséfone fuera del Hades para acabar con la cólera de su madre y así se acabe el hambre de los mortales. Hades permitió esta salida pero de una forma inteligente y rápida ofreció un grano de granada a Perséfone que se lo comió. Cuando Deméter y Perséfone se encontraron en el templo que se había erigido en honor a la diosa se abrazaron, pero Demeter sospechó que su hija había sido victima de un engaño. Perséfone contó a su madre que poco antes de su encuentro, Hades le había dado a escondidas unos granos de granada y le había obligado a comerlos.

Zeus, en algún autor mediante Rea, hizo llamar a Deméter y prometió que le concedería las honras que escogiese de entre todos los dioses. Accedió de igual modo a que Perséfone permaneciese la tercera parte del transcurso del año bajo la nebulosa tiniebla del Hades y las otras dos junto a su madre en la tierra. Así, Deméter, hizo surgir de nuevo el fruto de los labrantíos, la tierra se cargó de flores y frondas.

 

PERSÉFONE

 

Perséfone o Core es hija de Zeus y Deméter. Sin embargo, Perséfone no tenía una posición estable en el Olimpo, a diferencia de los demás descendientes de la pareja olímpica. Solía vivir muy lejos de los demás dioses, siendo una diosa de la naturaleza anterior a plantar semillas y cultivar plantas. Debido al rapto que sufrió a manos de Hades se convirtió en reina del inframundo.

 

HADES

 

Hades es tanto el nombre del Dios como el sitio al que se refiere. Hades es uno de los hijos de Cronos y Rea que junto con sus hermanos Zeus y Poseidón repartieron el universo en tres correspondiéndoles a cada uno una parte: inframundo, tierra y agua respectivamente. Su aparición es escasa en los mitos y en los únicos que aparece son los concernientes al rapto de Perséfone y su aventura con menta, aún así el papel que desarrolla siempre se sitúa en segundo plano dando más importancia a otros personajes como Perséfone a quien se le atribuye casi más poder en el Hades.

 

DEMÉTER

 

Por más que Deméter no aparezca en el cuadro es preciso señalar el papel que desempeña en el mito al que hace referencia el cuadro que estamos comentando. Es una de las diosas del Olimpo de la primera generación, nacida de la unión entre Crono y Rea. Se la identifica con la madre tierra, diosa de la tierra en cuanto a que es lugar de donde crecen los frutos y se fecundan los campos. Se la vincula con las serpientes, incluso en ocasiones se la representa junto a ellas como una diosa muy poderosa. Es la encargada de racionar los alimentos y de la fecundidad de la tierra, aunque también tiene relación con los muertos.

 

ESTANCIA DE DEMÉTER EN EL ELEUSIS

 

Tras el rapto de Perséfone, Deméter, su madre, sintió un dolor tan profundo que la hizo apartarse del mundo de los hombres desfigurando por completo su imagen ya que no bebía ni de la ambrosía ni del néctar. Deambulaba por el mundo y fue a dar a la morada de Celeo, quien era señor en Eleusis. Se sentó a la vera de un camino cerca de un pozo donde la encuentran las hijas de Celeo, las cuales le preguntan por su procedencia. Demeter aseguró que provenía de Creta donde unos piratas la habían secuestrado y que cuando tomó tierra se escapó y fue a dar a donde se encontraban. Éstas le ofrecen trabajo a la diosa en casa de su padre Celeo que vive con ellas y con su madre, Metanira para cuidar al hijo de ésta. Cuando llegaron a casa de Celeo, la diosa no probó bocado ni bebida, está consumida por la nostalgia de su hija durante un largo rato hasta que una de las sirvientas, Yambe, con un gesto obsceno (se levantó las falda) hizo reír a la diosa. Metanira le ofrece de beber vino, pero Demeter rehúsa y hace que le preparen una mezcla de harina de cebada y agua con poleo. Metanira le propone a Deméter que se encargue de su hijo, Demofoonte. Deméter cuidaba al niño con la intención de convertirlo en inmortal, el niño no tomaba alimento alguno, sino que la diosa lo ungía con ambrosía y por las noches lo ocultaba en el vigor del fuego sin que sus padres lo supiesen. Pero una noche Metanira descubrió a Deméter y al ver a su hijo entre las llamas, lanzó un grito. Irritada Deméter lo dejó con sus manos en el suelo tras sacarlo del fuego y reprochó la actitud de los mortales. La diosa cambió de estatura y aspecto rechazando la vejez que la caracterizaba y mostrándose como una diosa. Al día siguiente, siguiendo las órdenes de Deméter, Celeo y el resto de los habitantes de Eleusis comienzan a construir un templo en su honor. Deméter también guarda relación con otros personajes importantes vinculados a Eleusis como Triptólemo, Diocles, o Eumolpo. Pero sin lugar a dudas lo más importante es el ceremonial de los ritos que indica a los eleusinos, al tiempo que les revela los hermosos misterios venerables que no es posible en modo alguno transgredir, ni averiguar, ni divulgar, pues una gran veneración por las diosas contiene la voz. Estos ritos guardaban relación con la promesa de bienaventuranza tanto en este mundo como en el otro, más allá de la muerte.

 

Lucía Álvarez Vivas

Alumna de Documentación. Curso 2007/2008 Mitología Clásica II

 

"El castigo de Prometeo de P. P. Rubens"

1. Descripción del cuadro. Aspectos técnicos

El Prometeo de Rubens es un óleo sobre lienzo de 1612 que actualmente se encuentra en el Museo de Arte de Filadelfia, cuadro de estilo barroco centroeuropeo. Obra cargada de tensión donde la figura de Prometeo, plenamente ruberiana, se inspira en Miguel Ángel y las esculturas clásicas, rebosante de fuerza e intensidad que debido a la postura del protagonista refuerza la violencia del momento. La escena está bañada por una iluminación dorada que resalta la belleza de la figura, así como su potencia monumental, vinculándose Rubens con la escuela veneciana gracias a su admiración por la luz y el color. Al igual que en muchos otros cuadros de Rubens nos encontramos con la colaboración de Frans Snyders, especialista en bodegones y naturalezas muertas con animales, que fue el encargado de realizar el águila.

 

2. Personajes del cuadro. Identificación

Prometeo: la figura humana que encontramos en el cuadro corresponde a Prometeo. Se reconoce a Prometeo por varios elementos que le acompañan: por un lado, aparece junto a una antorcha con fuego, ya que es quien da a los mortales este bien cuando Zeus se lo había negado. También aparecen unas cadenas que rodean su muñeca que hace alusión al castigo que le impuso Zeus de ser encadenado a una montaña en los confines del mundo y así, en esa postura, sufrir el hecho de que su hígado fuera devorado por un buitre cada noche.

Águila de Zeus: Es un águila quien devora el hígado del titán. Éste es uno de los símbolos más característicos de Zeus quien impuso el castigo a Prometeo.

Mito: se identifica el episodio con  el castigo impuesto por Zeus a Prometeo donde este es encadenado a una montaña y donde un águila le devora el hígado cada día hasta que este se vuelve a regenerar.

3. Explicación del mito

>    Antecedentes:

La situación de Prometeo es ambigua ya que no es un titán aunque si que es hijo del titán Jápeto y tampoco pertenece al linaje de los olímpicos ya que no se encuentra dentro de este clan.

Prometeo es de espíritu rebelde, astuto e indisciplinado. En la lucha del poder entre los titanes, con Cronos a la cabeza, y los olímpicos con Zeus, tomará un papel neutral. Aunque se dice que sin la astucia de éste, Zeus no habría triunfado, por lo que se puede decir que Prometeo será su aliado pero no su súbdito.

Tanto Zeus como Prometeo comparten diferentes características como inteligencia, ingenio y astucia. La relación de Zeus y Prometeo no será de lucha por el poder, sino que es una relación de continua hostilidad y concordia siendo Prometeo la voz contestataria.

Prometeo guarda una relación de complicidad con los hombres ya que su condición está próxima a los humanos. Los hombres al igual que Prometeo poseen rasgos divinos combinados con otros rasgos más propios de las bestias.

Prometeo es hermano de Epimeteo y ambos nombres eran fácilmente relacionados con el vocablo metis "conocimiento, sabiduría, inteligencia", con la diferencia de que en el nombre del primero se reconocía el prefijo pro "antes, delante", lo que convertía a Prometeo en "el que conoce antes de que ocurra", mientras el prefijo epi "después" hacía que el nombre de Epimeteo fuera entendido como "el que se da cuenta cuando ya es muy tarde". Este aspecto será muy importante en el transcurso del mito.

>    Prometeo y el reparto del sacrificio.

Zeus encarga a Prometeo que haga el reparto de los sacrificios entre los hombres y los dioses. Prometeo toma un buey que sacrifica y descuartiza dividiendo al animal en dos partes que determinarán la diferencia de condición entre los dioses y los hombres. Por un lado, toma los huesos y los pela hasta dejarlos totalmente limpios y los cubre con la grasa blanca y apetitosa. Por otro lado, coloca toda la carne, es decir, lo comestible, cubierta por la piel del animal y demás vísceras de aspecto desagradable.

De esta forma presenta a Zeus el animal y éste elige la parte más atractiva correspondiente a la grasa del animal que lleva en su interior la parte incomestible, los huesos, lo que hace irritar a Zeus.

De esta forma se determina la relación entre los dioses y los hombres que entran en contacto a través del sacrificio. De esta forma los dioses se quedarán con la parte incomestible y los hombres con la comestible. Pero este reparto también tiene una apariencia engañosa: quien parece haberse llevado la mejor parte, la parte de la carne del animal, es quien dependerá de ésta para poder sobrevivir. Los hombres a partir de ahora necesitarán comer para vivir mientras que los dioses se han llevado los huesos, que -pudiera decirse- representan la parte inmortal del animal, lo cual guarda relación con su intrínseca inmortalidad.

Prometeo por Rubens

>    Prometeo: fuego y trigo.

Tras el engaño sufrido por Prometeo, Zeus decide negar a los hombres el fuego y el trigo que hasta ahora poseían libremente. El fuego se encontraba en la copa de los fresnos y los cereales brotaban por sí solos. Esto supone una catástrofe para los humanos.

Prometeo sube al Olimpo y oculta una semilla de fuego de Zeus en una planta, el hinojo que, por su estructura en su interior es seco; allí se alberga el fuego sin salir al exterior ya que esta planta es húmeda y verde por fuera. Prometeo entrega el fuego a los hombres. Por otro lado, los hombres tendrán que ocultar la semilla de trigo en el interior Gea, la tierra. Esto hará que surja la agricultura y que sea laborioso su trabajo lo que condena a los hombres a trabajar para vivir.

El fuego entregado por Prometeo ya no será un fuego inmortal, sino un fuego mortal nacido de una semilla que habrá que mantenerlo y vigilarlo.

>    Creación de Pandora

Los hombres poseen desde ahora el carácter de civilización ya que Prometeo les ha entregado las técnicas de cultivo y del fuego.

Por su parte Zeus convoca a Hefesto, Atenea, Afrodita, Hermes,… y otras deidades menores para la creación de una mujer. Hefesto modela una especie de maniquí con rostro de diosa, Hermes le confiere la vida y voz, Atenea y Afrodita la visten y la llenan de ornamentos como joyas, ceñidor y diadema. A esta mujer se la da el nombre de Pandora que hace referencia a su origen ya que recibe regalos de todos los dioses (pan - "todo" + doro - "regalo")

Pandora constituye la primera mujer. Aunque lo femenino ya existía en las diosas, la mujer como tal no. Hermes no solo la dota de fuerza y voz, sino también de palabras falaces e intenciones ocultas. Al igual que en los anteriores episodios dentro de una apariencia externa bella o divina se esconde un mal mayor.

Aquí entra en juego el hermano de Prometeo, Epimeteo. Hay que tener en cuenta lo comentado más arriba a propósito de cómo podía entenderse su nombre: a diferencia de Promteo que comprende de antemano, es decir, que prevee lo que va a ocurrir, Epimeteo es el que se da cuenta de las cosas demasiado tarde.

De esta forma Prometeo comprende lo que puede ocurrir y pone en aviso a su hermano Epimeteo advirtiéndole que no acepte ningún regalo que venga de los dioses. Pandora llama a la puerta de Epimeteo y éste deslumbrado por su belleza la acepta y la toma en matrimonio y se convierte en la primera esposa humana.

En algunas versiones del mito Zeus susurra a Pandora que destape una de las vasijas ocultas en el granero de Epimeteo y que inmediatamente vuelva a taparla. Pandora sin más levanta la tapa de la vasija y todos los males se esparcen por el universo. En el momento en que Pandora vuelve a colocar la tapadera solo queda en el interior la esperanza.

Prometeo: encadenado a una montaña

Además de enviar semejante castigo a los hombres, la primera mujer, Zeus inmoviliza a Prometeo entre el cielo y la tierra, a media altura de una montaña, a una columna, donde lo encadena.  El águila de Zeus será quien le devore todos los días el hígado de Prometeo, el cual se regenerará todas las noches hasta recuperarse totalmente.

Heracles: liberación de Prometeo

Finalmente Zeus permite al héroe Heracles, su hijo en la unión con la mortal Alcmena, liberar a Prometeo. Prometeo recibe la inmortalidad a cambio de la muerte del Centauro Quirón. El centauro Quirón, maestro de personajes tan importantes como Aquiles, fue herido gravemente  por las propias flechas de Hércules impregnadas con la bilis de la hidra, sustancia mortal que para los dioses y otros personajes inmortales no terminaba con su vida, sino que les dejaba gravemente heridos con fuertes dolores. De esta forma Quirón ha recibido la muerte y Prometeo su inmortalidad por lo que ambos de una forma u otra han sido liberados.

Conclusiones

Prometeo es castigado ahí donde ha pecado. Ha ofrecido a los hombre la carne y especialmente el hígado que representa la parte más deseada por los dioses y era considerada sede de las pasiones. Prometeo se convierte en el alimento del águila de Zeus símbolo del rayo. El fuego robado regresa en forma de águila sobre el hígado de Prometeo.

Prometeo tiene una situación intermedia, pues no es un dios que vive eternamente, pero tampoco es un mortal, sino que está envuelto en un movimiento cíclico al igual que la luna ya que su hígado es devorado totalmente pero vuelve a regenerarse una y otra vez.

Queda clara la posición intermedia de de Prometeo como mediador entre los dioses y los hombres como se señala en el mito que está en una situación intermedia entre el cielo y la tierra a media altura de una columna.