Jesús Villamor Carba

 Alumno de Filología Árabe. Curso 2006/2007 Mitología Clásica

Obra.- La cabra Amaltea amamantando a Zeus niño y un joven sátiro

Autor.- Gianlorenzo Bernini                 

 

                     “Hoy día los mitos clásicos griegos y romanos siguen siendo utilizados por los artistas plásticos, no tanto claro está, en los tiempos de la antigua Grecia primero y de Roma después, pero indudablemente muchísimo más de lo que a primera vista podría creerse. Continúan manteniendo vigencia y actualidad; siguen siendo inmejorables intérpretes de la condición humana.

Eso es así porque los mitos bajo su variopinta y compleja apariencia, formulan experiencias básicas del hombre.

Muchos de los personajes de la mitología son arquetipos del comportamiento humano porque el mito ha sido y sigue siendo la cristalización de la experiencia humana.

Por esa razón han tenido tanta vigencia a lo largo de los siglos y también por eso mismo siguen utilizándose en la actualidad.

Son parte muy amplia del acervo cultural del mundo occidental.

Por todo lo dicho es normal que con frecuencia los viejos mitos griegos y romanos se plasmen en el Arte, sea éste literatura, pintura, escultura, grabado, etc.”

La Mitología Clásica en la Pintura y Escultura a Finales del Siglo XX

Dra. Mª Dolores Gallardo López

Conferencia pronunciada en el IX Seminario de Iconografía Clásica (Facultad de Geografía e Historia UCM) el 6 de Marzo de 2002.

 

            Crono, hijo de Urano y de Gea subió al trono como rey de los dioses junto con Rea (hermana de Campe, guardiana del Tártaro). Esta época según algunas versiones se denominó la edad dorada, pues la gente de entonces no necesitaba leyes ni reglas; todos hacían lo correcto, por lo que no eran necesarias.

Crono engendró varios hijos con Rea: Hestia, Deméter, Hera, Hades, Posidón.

Tuvo conocimiento del porvenir rebelándole que estaba destinado a ser derrocado por uno de sus propios hijos, como él había derrotado a su propio padre.

Así fue que tan pronto como nacían sus hijos, los devoraba para evitar que la profecía se cumplieses (alegoría del paso del tiempo).

Pero cuando Zeus estaba a punto de nacer, Rea pidió consejo a Gea para urdir un plan que salvara a su hijo.

Rea se marchó a la isla de Creta, subió al monte Ida y se escondió en una gruta profunda, cuyas paredes estaban cubiertas de fresca hiedra. Esta creció hasta ocultar la entrada a la cueva. Aquí sería donde dio a luz a Zeus.

Para engañar a Crono, Rea cogió una pesada piedra conocida como Onfalos y la envolvió entre pañales y mientras la mecía como si fuera un niño se la entregó a su esposo. Este, sin desconfiar, tomó el envoltorio y se lo tragó.

Zeus fue criado por una cabra llamada Amaltea. En griego, tiene el significado de “tierno” o de “ternura”. Aunque otras veces es representada como una Náyade, hija de Hemonio, uno d e los Curetes (también conocidos éstos como Coribantes; bailarines armados que gritaban y daban palmadas para que Crono no pudiese oir los llantos del niño) y que lo crió con la leche de una cabra en el monte Ida.

La leche de cabra es la más parecida a la leche materna, es decir que el mito tenía un fundamento que hoy muchos desconocen. Estos mitos donde se incluyen animales ha sido el eje de todo un sistema simbólico-emblemático, cuya interpretación constituye un elemento de comprensión para los mitos y leyendas.

 

Cornucopia-Cuerno de la abundancia-Cuerno de Amaltea

            Cuando Zeus era pequeño y lo cuidaba Amaltea, el dios-niño sujetó con fuerza el cuerno de la cabra, tiró de él y se lo arrancó, produciéndole un inmenso dolor a su cuidadora. Al hacerse mayor, Zeus se acordó del incidente y concedió al cuerno el don de la abundancia; a partir de entonces el cuerno estará siempre lleno de alimentos y bienes que su dueño puede desear.

Este cuerno es llamado “la cornucopia” o “el cuerno de la abundancia”

En otras versiones, esta cabra tenía roto uno de sus cuernos, que Amaltea llenó con flores y frutas antes de llevárselo a Zeus, quien lo subió entre las estrellas junto con la cabra (catasterismo).

De acuerdo con otra historia fue el propio Zeus el que rompió el cuerno y se lo dio a Amaltea, prometiéndole que le proporcionaría en abundancia todo lo que deseara.

En general, se le consideraba símbolo de riquezas inacabables y abundancia y se convirtió en atributo de varias divinidades (Hades, Gea, Deméter, Rea, Hermes), y de los ríos (el Nilo) como fertilizantes de la tierra. También el término “cuerno de Amaltea” se aplica a una región fértil.

 

Égida

          La égida es una coraza de piel de cabra. Por extensión, también significa escudo, protección o defensa.

Para Homero, la égida es el escudo o rodela de Zeus, labrado para él por Hefesto, guarnecido con borlas y llevando la cabeza de Medusa en su centro

En una historia posterior se cuenta que Zeus usó la piel de la cabra Amaltea como una rodela, cuando se marchó a luchar contra los gigantes.

Otra versión cuenta que la égida era una cabra monstruosa que largaba fuego por las fauces en el monte Ceraunios. Fue perseguida y muerta por Atenea, que se puso su piel en el pecho. A esta piel escudo se llamó Égida y sobre ella colocaba Atenea la cabeza de la Medusa.

También se cuenta que la égida había sido realmente la piel de la cabra, usada como un cinturón para sujetar el escudo. Cuando se usaba así, se solía sujetar como norma en el hombro derecho y envolvía de un modo parcial el pecho al pasar oblicuamente por delante y unirse en la espalda al escudo bajo el brazo izquierdo.

Así por extensión, se empleaba égida en ocasiones para referirse al escudo que sujetaba, y en otras a una coraza, cuya función en parte prestaba.

De acuerdo con este doble significado la égida aparece en obras de arte a veces con la piel de un animal cubriendo hombros y brazos y a veces como una coraza con un borde de serpientes, correspondientes a las borlas que hacía referencia Homero, y normalmente con la cabeza de Medusa en el centro.

Tenemos referencias también de la égida en las mitologías egipcia con la diosa Bastet con su sistro ceremonial y en la mitología nórdica con el enano Fafner y su casco.

 

Sátiro

            Los sátiros eran los eternos y tenaces perseguidores de las Ninfas y pastoras que cuidaban los rebaños, a las que éstos acosaban y raptaban para poseerlas

El mito de los sátiros se remonta a épocas antiquísimas, quizás al paleolítico y encarna al hombre no civilizado de alegre y turbulenta embriaguez

Fauno fue uno de aquellos sátiros. Se lo imaginó con orejas, rabo y cuernos de cabra, vestido con sus pieles y coronado de pámpanos y racimos. Sus virtudes eran dar fecundidad a los rebaños y preservarlos de los accidentes.

Estaba identificado con el Pan de los griegos, representado al igual que el citado Fauno, aunque en ocasiones lleva una flauta en su mano izquierda.

Se cuenta que Pan habitaba los bosques, donde violaba a las Dríadas. Estas eran Ninfas que protegían los árboles que les eran consagrados y en cuyo interior tenían sus moradas. La más conocida de ellas fue Eurídice, desposada por Orfeo, llamado además Pan.

A Pan le dedicaron los griegos unas fiestas anuales en las que conmemoraban la ayuda contra los persas.

Este culto se originó en Egipto donde Pan era el Dios de los pastores de cabras.

 

            Al morir Amaltea, Zeus la subió entre las estrellas y convirtió la cabra en la constelación de Capricornus o simplemente en la estrella Capella (es decir, a Aurigae).