Susana Inés Pérez Alonso

Alumna de Filología Inglesa. Curso 2007/2008 Mitología Clásica

Leda Atómica

Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech, pintor surrealista español, nació en 1904 en Figueras y murió en 1989 en el mismo lugar.

“Leda Atómica” fue pintado alrededor de 1949 y se encuentra actualmente en la Sala del Tesoro del Teatro-Museo de Salvador Dalí en Figueras.

El óleo muestra un Zeus totalmente transformado en un bello cisne y una Leda desnuda.

Elegí este cuadro porque me llamó la atención desde un primer momento debido a la peculiaridad con la que Salvador Dalí representa el mito de Zeus y Leda y, sobre todo, porque de esta unión nacen los Dioscuros, hermanos que siempre me han llamado la atención por su buena relación.

 Es momento de remontarnos al mito que se representa en “Leda Atómica”.

Leda estaba casada con Tindáreo, rey de Esparta. Un día, Zeus se transformó en cisne con el propósito de unirse con ella. Atendiendo a la mayoría de las versiones del mito, Leda puso uno o dos huevos de los que nacieron Helena y Clitemnestra, y Cástor y Pólux, también llamados los Dioscuros, los chicos de Zeus, los gemelos o los benevolentes. Uno de cada pareja era inmortal: Helena y Pólux eran hijos de Zeus mientras que Clitemnestra y Cástor eran considerados hijos de Tindáreo y, por lo tanto, mortales.

Clitemnestra se acabó casando con Agamenón y tuvo a Orestes entre otros.

En cuanto a los Dioscuros, se dice que aparecían con sus fuegos en lo alto del mástil de los barcos para indicar que se acercaba una tormenta. Como he dicho anteriormente, Pólux era inmortal mientras que Cástor era mortal, y por lo tanto, Pólux estaba destinado al Olimpo y Cástor, como mortal, al Hades. Se cuenta que como no querían separarse, lograron alcanzar un acuerdo mediante el que los dos juntos pasarían la mitad del año en el Hades y la otra mitad del año en el Olimpo.

Por otro lado, Helena fue la causante de la guerra de Troya por ser la mujer más bella del mundo.

Llegados a este punto, es conveniente remontarse a las bodas de Tetis y Peleo.

Tetis era una ninfa marina a la que Zeus y Posidón habían pretendido, pero a la que decidieron casar con Peleo, un mortal, tras revelar el Oráculo que el hijo que tuviera Tetis sería más poderoso que su padre. Tetis y Peleo se casaron y Eris, la diosa de la discordia, se presentó en la boda sin haber sido invitada llevando una manzana con la inscripción “a la más bella”.  Paris, príncipe troyano, fue el encargado de seleccionar a la diosa más bella entre Atenea, Hera y Afrodita. Hermes le condujo hacia ellas y cada una le prometió una cosa distinta. Como Afrodita le prometió el amor de la mujer más hermosa del mundo, eligió a Afrodita como la diosa más bella. Cuando Paris fue a Esparta por asuntos diplomáticos se enamoró de Helena y, con ayuda de Afrodita, la sedujo y raptó. Los griegos, que habían acordado que defenderían al marido que Helena había elegido en caso de que se la disputaran, parten hacia Troya. De ahí, la gran importancia de Helena, fruto de la unión de Leda y Zeus transformado en cisne.

Sin embargo, el caso de Leda es solo una de las infinitas aventuras de Zeus.

Un caso muy similar es el de la unión con Europa, mediante la que Zeus establece relación con Creta. Dice el mito que Europa jugaba en la playa cuando vio un precioso toro y se subió en su lomo. El toro, que era el mismo Zeus, se la llevó corriendo por encima de las olas a Creta, donde tuvieron tres hijos: Minos, Sarpedón y Radamantis. Más tarde, Zeus abandonó la isla dejándoles con el autómata Talos y una jabalina. Finalmente, Asterión se casó con Europa y aceptó a sus hijos.

Otro caso semejante es el de Dánae. Esta vez, Zeus se transforma en lluvia dorada y de esta unión nace el gran héroe Perseo. Además, este mito ha sido reinterpretado en el cristianismo.

Otra de las amantes de Zeus fue Alcmena que le permitió establecer relación con Tebas. En este caso, Zeus adquiere la forma de Anfitrión, marido de Alcmena, que prometió no unirse con ella hasta que no regresara victorioso de la guerra contra los asesinos de los hermanos de Alcmena. De esta unión de Zeus nació otro gran héroe, Heracles. Hermano suyo, pero hijo de Anfitrión es Ificles.

Heracles y Perseo serán dos de los grandes héroes que se encargarán de seguir y continuar la labor de su padre Zeus, especialmente luchando contra monstruos y contra todo aquello que atentara el orden establecido por su padre. Uno de los episodios más característicos de Perseo fue el de su lucha contra las Gorgonas. Heracles ayudó a su padre Zeus en la Gigantomaquia, a luchar contra los Gigantes, ya que en la lucha de generaciones Zeus se había impuesto como dios principal tras derrotar a su padre Crono y tenía que luchar por mantener su posición.

Otra de las relaciones más problemáticas de Zeus fue la que mantuvo con Io, sacerdotisa de Argos, donde es tan venerada su legítima esposa, Hera. Zeus tenía el deseo de unirse con Io, y para ello, Zeus creó una niebla espesa en el bosque de Lena. Esto a Hera le pareció muy sospechoso y pidió a Apolo que aportara claridad. Cuando lo hizo, Zeus apareció solamente acompañado por una novilla de ojos casi humanos. Hera sospechó que esa novilla era la amante de su marido así que pidió a Zeus que se lo regalara. Cuando él cedió, Hera puso a su cuidado a Argos, el de los muchos ojos, pero Zeus hizo que Hermes lo matara causándole sueño a través del caduceo. De ahí que el símbolo de Hera sea un pavo real con muchos ojos y también que el epíteto de Hermes sea  ‘argifonte’. Finalmente, cuando Hera descubrió que la novilla era en realidad Io, envió un tábano que hizo que la vaca huyera hasta el paso del Bósforo en Egipto. Tras cruzarlo, Io tuvo a Épafo. Otros descendientes de la sacerdotisa fueron Dánae, Perseo. Alcmena y Heracles entre otros.

Debido a estas uniones, a lo largo de la historia se ha considerado a Zeus un dios libertino y promiscuo pero, atendiendo a la mentalidad de aquella época, todas estas uniones tienen un gran valor a la hora de remontar los linajes de un determinado pueblo hacia el dios principal: el dios principal, Zeus, se une a la ninfa o diosa local para establecer así relación entre él y la localidad en concreto. Cabe destacar que todas las uniones de Zeus con sus amantes se dan una vez y siempre son fructíferas.

A pesar de todas estas amantes, y de su relación homoerótica con Ganimedes, Zeus tiene una misión establecida como dios principal: formar una familia patriarcal. Este objetivo se consigue gracias al matrimonio institucional con Hera. Esto significa que Hera es la única esposa legítima y que, por lo tanto, todas las demás mujeres quedan reducidas a amantes.  Zeus se une con todas estas amantes pero nunca sin restar importancia a esa misión establecida.

Hera no quedó del todo exenta de las transformaciones de Zeus. Se dice que cuando Zeus trató de unirse a ella se transformó también, esta vez en un pequeño cuco.  Otras versiones apuntan a que Hera y Zeus llevaban una relación amorosa desde que eran niños y gozaban del amor a escondidas de sus padres.

Por un lado, Hera era el modelo de esposa luchadora, de mujer vengativa, celosa e incluso violenta hacia todas y cada una de las amantes de su marido, y hacia todos y cada uno de los hijos que fueron fruto de aquellas relaciones extramatrimoniales.

Por otro lado, Zeus es el dios principal, el más poderoso, cuyas  decisiones son irrevocables y que, a veces, se comporta como un tirano. Un ejemplo claro es el de Prometeo. En cierto modo, en ocasiones, Zeus teme a Hera. Por ejemplo, cuando Tetis va a hablar con él tiene miedo de que Hera se enfade. Sin embargo, Hera no puede participar de todo lo que haga Zeus puesto que él es el que siempre ha de tener la última palabra.

Zeus es el dios del éter y de las nubes, el principal y más poderoso, pero es imprescindible recordar que está sometido a la Moira o destino, ya que no es un dios creador sino que forma parte de esa actualidad cósmica. Como dios principal, tiene que repartir el mundo entre los humanos y, de este modo, ellos también siguen este modelo de familia patriarcal. Como dato curioso, cabe mencionar que de entre los dioses, solamente Afrodita y Hefesto llegaron a contraer matrimonio. Otra de las más famosas parejas de dioses es la de Hades y Perséfone que no se casan, y tampoco llegan a tener descendencia. Poseidón y Zeus tienen muchas aventuras amorosas transformándose en muchas ocasiones mientras Hades apenas tiene.

 

Volviendo a la representación del mito de Leda y Zeus en “Leda Atómica”, algunos elementos son especialmente relevantes. El espacio suspendido, la levitación de los objetos y la yuxtaposición son algunas de las características más notables del surrealismo de Dalí. Cabe destacar a modo de anécdota que Dalí utilizó como modelo para pintar a Leda a su mujer y musa, Gala.

Al contrario que en el cuadro de Miguel Ángel de mismo tema que vemos representado a la derecha, Dalí trata la escena desde una perspectiva mucho más espiritual: todo es etéreo en el sentido de que los objetos y los personajes no se tocan, y la imagen del cisne que se acerca suavemente a besar a Leda mientras ésta le sostiene el cuello delicadamente desprende más bien ternura.

También podemos ver abajo representaciones surrealistas de objetos como una escuadra o un libro, y el huevo del que, según se dice en el mito, nacieron los hijos de Leda.

Para terminar, es importante que se diga que ha habido distintos y variados acercamientos al tratamiento de este mito en la pintura. Por ejemplo, Leda puede ser representada con varios huevos e incluso, se le ha llegado a identificar con la cáscara de un huevo gigante. Zeus suele aparecer con el cetro, el águila o el rayo, pero muchas veces se le representa directamente como animal tras su transformación, en este caso, como un cisne.