María Eugenia Franco Martínez
Alumna de Filología Inglesa. Curso 2006/2007 Mitología Clásica II
Jasón intenta conseguir la ayuda de Medea
Texto propuesto en el examen de Junio de 2007 Apolonio Rodio, Argonáuticas III, 989 ss.
(trad. M. Valverde Sánchez)
“Pues sin ti no superaré la lamentable prueba. Yo después te pagaré gratitud por tu ayuda, como es lícito y conviene a quienes habitan alejados, procurándote renombre y hermosa gloria. Asimismo los demás héroes te celebrarán al regresar a la Hélade, y también las esposas y madres de los héroes, las cuales sin duda ya sentadas en las riberas nos lloran. Sus penosas aflicciones podrías tú disiparlas. Ya en cierta ocasión también a Teseo lo libró de sus funestas pruebas una doncella de Minos, la bondadosa Ariadna, a quien alumbrara Pasífae, hija de Helios. Pero ella además, una vez que Minos hubo calmado su cólera, abandonó su patria con él a bordo de la nave. A ella incluso los propios inmortales la amaron y en medio del éter, como signo suyo, una corona estrellada, que llaman de Ariadna, gira toda la noche entre las constelaciones celestes. Asimismo tú obtendrás la gratitud de los dioses, si salvas tamaña expedición de hombres notables. Pues en verdad, por tu belleza, pareces brillar con amables bondades.”
En el texto se sitúa a Jasón pidiéndole a Medea que le ayude a tomar el vellocino de oro, puesto que el padre de Medea (Eetes) no quiere dárselo por temor a un oráculo que vaticinó que si se llevaban el vellocino la Cólquide sucumbiría y él perdería el poder.
Jasón es uno de los héroes más antiguos de Grecia. Pero, comparado con los tipos de héroes griegos tales como los que buscan aventuras (Heracles), los héroes culturales (Triptólemo) o los que mueren con gloria en batallas (Aquiles), Jasón es un antihéroe, puesto que nunca lleva la iniciativa e incluso las hazañas sin contar con la ayuda de Medea (sobrina de Circe), quien muchas veces está relacionada con la magia y la hechicería. Así pues, le pide ayuda para poder arar la tierra con los terribles bueyes que exhalan fuego, tierra que ha de sembrar con los dientes del dragón de Cadmo, y también solicita su ayuda para conseguir el vellocino. A cambio Jasón le promete a Medea llevársela y desposarse con ella obteniendo ésta el honor de ser la mujer de aquel que llevó a cabo la expedición más importante de Grecia, la de "Los Argonautas".
Medea cede porque Jasón está bajo la protección de Hera. El autor escribe "sus penosas aflicciones podrás disiparles" puesto que la mujer debe quedarse en casa en la sociedad griega y aguardar al hombre a que vuelva y de ello depende su futuro.
Jasón menciona a Teseo, como era costumbre, puesto que también se encuentra en Homero el hecho de utilizar mitos para aconsejar, animar o convencer como cuando Fénix buscó aplacar la ira de Aquiles contándole parte de la historia de Meleagro. En ese caso Jasón menciona el episodio en el que Teseo, deseoso de librar a los atenienses del tributo de siete chicos y siete chicas al Minotauro, consigue la ayuda de Ariadna, hija de Minos, quien se enamora de él y promete ayudarlo a cambio de llevársela y desposarla. También se puede resaltar el paralelismo de Ariadna con Medea pues ambas son nietas de Helios (el sol). El texto sigue hablando de que una vez que Teseo mató al Minotauro se llevó a Ariadna, pero omite que la abandonó dormida en la isla de Naxos y se fue sin ella. La frase "los propios inmortales la amaron" hace alusión a que en dicha isla Ariadna conoció al dios Dioniso que se enamoró de ella y la desposó y en su honor surgió la constelación de "La Corona". Con todo ello Jasón intenta convencer a Medea y le expone que también ella conseguirá "la gratitud de los dioses" puesto que Hera protege la expedición en la que participaron Héroes de toda Grecia, "hombres notables" como son los Dioscuros, Heracles (quien no terminó la expedición) y Orfeo entre otros.
Además, al final, Jasón resalta la belleza de Medea como nieta de Helios (resplandeciente) cuando señala "pareces brillar con amables bondades". Y a su vez presupone que su corazón se conmueve y que realmente le ayudará. De hecho sin la ayuda de Medea Jasón no podría llevar a cabo nada.
Troy
Book by John Lydgate
Late 1440s
John Lydgate, monje benedictino cuya
obra fue muy popular en el s.XV en Inglaterra, escribió un
poema que trataba sobre la guerra de Troya y otros mitos
griegos. En esta página se muestra la salida de Jasón y
Medea de la Cólquide (derecha) y el regreso de Jasón con
el vellocino (izquierda).