Irene Pacheco Gómez

Alumna de Filología Hispánica e Inglesa. Curso 2006/2007 Mitología Clásica 

Príapo

"Príapo (el cañon humano)" /Album, poder del deseo

 

Zeus el dios todopodedoro
unido con Hera, esposa, muy fiel
tentado a gozar por la bella Afrodita
Zeus no duda y se entrega al placer.

Embarazada Afrodita
Hera su rabia desencadenó:
"el fruto de vuestro pecado
tendrá en su cuerpo una deformación"

El hijo que ambos tuvieron
que Príapo se llamó
tenia un enorme falo
que mas que falo, era un cañon.

El destino
evitó el catigo
a quien pecó por pasión

el destino
ha convertido
al maldecido en un Dios

Todos adoran su mierbo
Príapo el Dios de la fertilidad
en su honor se montan fiestas
donde es frecuente el exceso sexual

El que nació maldecido
por castigar la pasión
tenia un enorme falo
gracias al falo, ahora es un Dios.

 

  El documento que vamos a analizar es la canción "Príapo (el cañón humano)" del grupo Lujuria.

  En ella se trata sobre el nacimiento de Príapo, cuyos padres son Zeus y Afrodita y sobre la malformación que tuvo debido a un maleficio llevado a cabo por Hera celosa de esa relación pasional entre Afrodita y su esposo Zeus, según cuentan algunas versiones.

  El resultado de esto será que el fruto de esa relación tendrá un enorme falo el cual será adorado por muchos y reconociéndole como dios de la fertilidad.

  Una de las versiones de este mito que encontramos en la mitología señala a Príapo como hijo de Afrodita y Zeus. Esta versión cuenta que Hera, profundamente celosa de su rival, le tocó el vientre mientras estaba aquella embarazada, dando a luz como consecuencia a un niño deforme. Su madre Afrodita temiendo las burlas de los demás dioses abandonó a su hijo en el bosque, pero unos pastores lo recogieron, por esto, además de ser dios de la fecundidad, también es el dios de la jardinería.

  Sin embargo existen otras versiones en las que este dios habría nacido de Afrodita, o de Quíone y de Dionisio, Hermes o Adonis, según diversas leyendas.

  Se considera a Príapo dios protector que ahuyenta a los ladrones, espantapájaros, portador de buena suerte y que neutraliza los maleficios de aquellos que intentan perjudicar las cosechas. Sus atributos más frecuentes  son la podadera y otros instrumentos de jardinería, llevando fruta en su ropa o una hoz, y también con una cornucopia en la mano. Se le suele representar con un enorme pene en perpetua erección (símbolo de la fuerza fecundadora de la naturaleza), y sus ritos suelen estar relacionados con asnos a los que se coronaba con flores en las festividades. Sus santuarios más destacados son el de Lámpsaco, Cizico y monte Helicón.

  En las excavaciones de Pompeya se descubrió un famoso fresco de Príapo pintado en las paredes del vestíbulo de la casa de los Vetti. Se cree que la función de este fresco era contrarrestar al mal de ojo de los envidiosos de la riqueza de los Vetti, dos acaudalados comerciantes de la ciudad que gastaron grandes sumas en decorar su mansión.

   Este dios al que nos referimos ha poseído desde la antigüedad un carácter obsceno lo cual se aprecia también en esta canción de la actualidad. Los poetas clásicos ya inventaron situaciones cómicas y obscenas, dando mucha mayor importancia a este personaje de la que realmente había tenido en la religión y sus ritos. De este modo apreciamos que tanto en la época clásica como en nuestros tiempos preferimos los temas que pueden causar cierto morbo. En esta canción, por ejemplo, el autor se centra en describir la característica del dios que más le interesa, su falo, para intentar atraer a una mayor cantidad de público y evitar el aburrimiento, y para esto utiliza un lenguaje mucho más vulgar, con términos no especializados ni poéticos, sino con un lenguaje que podría entender cualquiera, y con el uso de metáforas como “el cañón” que identifican con su miembro reproductor.

 

  Zeus, que en este poema se le reconoce como el padre de Príapo, era conocido como padre de dioses y hombres, y sus símbolos, aunque aquí no aparecen, son el rayo y el águila. De este dios es conocida su promiscuidad, pues tuvo hijos con diosas como Temis, Deméter, Leto, Sémele, Hera (su esposa legítima)…También tuvo algunos con Calíope Níobe, Alcmena o Dánae, entre otras mortales y parece ser que también con alguna ninfa.

  Gracias a estos hijos se le puede relacionar con varias ciudades y establecer elementos en común entre ellas, hecho que explicaría en parte por qué se le rendiría culto como al dios más importante en todas ellas. Por ejemplo, la relación con Creta se establece a través de Europa, con quien tras raptarla y llevarla a una isla tuvo a Sarpedón Minos y Radamantis; la relación con Esparta se basa en la unión entre Zeus y Leda, etc.  Estas uniones de los dioses con mortales las utilizan mucho en la época clásica para explicar el origen de los reyes, casi siempre descendientes de dioses.

Sin embargo, debido a esta cantidad de relaciones extramatrimoniales, Hera, diosa del matrimonio y modelo de esposa (tanto de fidelidad como de celos y conflictos), muchas veces protagoniza episodios de celos que en ocasiones le cuestan muy caros. En este caso es evidente lo que pasó, pues tocando el vientre de Afrodita pretendía causar una deformación en el hijo de su marido para disgustarle y causar el rechazo hacia él, y realmente lo consigue, puesto que, como ya dijimos antes, su madre le deja abandonado en el bosque donde unos pastores lo recogieron, criaron, y veneraron como un dios. Esto lo hizo por temor a las burlas pues Afrodita es diosa por excelencia de la belleza (protagoniza episodios como el juicio de París, quien la elige como la diosa más bella y ella le protege a partir de ese momento), además de serlo del amor y la sexualidad. Sus poderes son inmensos: protege a los esposos, fecunda los hogares y está presente en los partos. También simboliza la pasión desencadenada que destruye o perjudica las uniones legítimas, lo que sucede en este caso con Zeus y Hera, e incita a los mortales a toda clase de voluptuosidades y vicios. Por esta clase de sucesos muchas veces se la identifica como la trenzadora de engaños o la amante de la sonrisa.

 Debido a su inmensa belleza, Zeus por miedo a que Afrodita fuera causa de violencia entre otros dioses, la casó con Hefesto, éste estaba contentísimo de haberse casado con la diosa de la belleza y forjó para ella hermosa joyería, incluyendo el cestus, un cinturón que la hacía incluso más irresistible para los hombres. La infelicidad de Afrodita con su matrimonio y esa necesidad de hacer desencadenar la pasión la llevó a empezar a relacionarse con otros. Zeus, es solo uno de ellos. Ares, por ejemplo, fue a quien más recurrió, teniendo la desgracia que su esposo les puso una trampa y les avergonzó delante del resto de dioses.

 

Volviendo a Príapo, creado por esa misma pasión desencadenada de sus padres, también podemos recordar otros episodios que tienen que ver con su deformación y con su vida. Existen leyendas relacionadas con Príapo que refieren cómo Lotis, ninfa amada por él y a la que éste perseguía continuamente, cayó dormida ebria en un banquete, y Príapo aprovechó la oportunidad para intentar violarla. Con sigilo se le acercó, y justo cuando iba a abrazarla uno de los burros de Sileno (anfitrión del banquete) alertó al resto de invitados con «estridentes rebuznos». Lotis se despertó y rechazó a Príapo, pero su auténtica salvación llegó cuando pidió a los dioses ser transformada en planta: de aquí surgiría pues, la flor de loto. Para hacerle pagar por estropearle esta oportunidad, Príapo mató al burro. Tal era el espanto que le producía tan desarrollado miembro que Lotis prefirió convertirse en una flor antes que someterse a él. Este mito recuerda al de Apolo y Dafne, quien perseguida por el dios, imploró ayuda al dios del río Peneo que la convirtió en laurel. Y aún otra leyenda tardía cuenta que la diosa romana del hogar, Hestia, se despertó avisada con los rebuznos del asno, su animal preferido, en el momento en que Príapo pretendía violarla y de este modo consiguió evitarlo.

   Lo cierto es que en función del punto de vista Príapo puede ser visto de un modo muy diferente. Para aquellas a las que el dios intentó violar es evidente que les producía gran temor debido al tamaño de su aparato reproductor, y realmente debía ser un ser monstruoso. Sin embargo, por otros es alabado como dios de la fecundidad. En esta canción a la que nos referimos, se le hace una especie de alabanza. Haciendo referencia al destino, los autores afirman que lo que pretendió ser una maldición pasa a ser una bendición. Puesto que esa relación había sido fruto de la pasión: Zeus no duda y se entrega al placer, nació maldecido por castigar la pasión… La deformación que Hera pretende se produce en una de las partes del cuerpo más afectadas por ella: el aparato reproductor, que además es el “culpable” del nacimiento de los hijos.

  También en la canción se hace referencia a las fiestas con frecuente exceso sexual. Esto en la actualidad podría llamar la atención, pero en la época clásica era frecuente encontrar orgías, danzas, etc. cuando se festejaba en honor a dioses como Dionisio (dios de las fiestas, el vino y las orgías), en muchas ocasiones identificado con el propio dios, o en honor al mismo Príapo.

  El nombre de este dios siempre ha sido identificado con la fertilidad y el aparato reproductor masculino, y debido a ello también encontramos influencias y referencias a él en otros campos que no tienen tanto que ver con la mitología. Por ejemplo:

   Priapos fue el antiguo nombre de la ciudad turca de la antigua ciudad Karabiga, llamada así en su honor.

    Se llama priapeos (Priapea en latín) a una colección de unos ochenta elegantes aunque indecentes poemas latinos sobre Príapo.

   En medicina, el priapismo designa una erección dolorosa y prolongada sin excitación sexual.

    En biología los phylum priapula (priapulidos) son un grupo de animales con una forma muy parecida a la de un pene.