Ana Isabel Domínguez Gutiérrez

Alumna de Filología Inglesa. Curso 2007/2008 Mitología Clásica

 

 El Nacimiento de Venus de Sandro Botticelli (1485)

 

Se trata de una obra del Cuattrocento italiano pintada por Sandro Botticelli para un miembro de la familia Médici. El tema es mitológico, representa el nacimiento de la diosa Venus.

Los personajes que aparecen representados en la obra son:

La diosa Venus en el centro de la composición. Aparece de pie sobre una gran concha, uno de sus atributos. Se sabe que es esta diosa por su belleza y sus largos cabellos rubios. Además adopta la postura de las llamadas “Venus Púdicas” unas estatuas romanas que representan a esta diosa desnuda y cubriéndose sus partes íntimas.

Venus es la diosa del amor y la belleza en todas sus manifestaciones. También es diosa de la fertilidad, una potencia creadora cuya acción afecta por igual a todos los seres. Ella misma estaba sometida a esa atracción sexual que representaba.

Su nacimiento se debe, según la Teogonía de Hesíodo, al semen del dios Urano derramado en el mar tras la castración realizada por su hijo Cronos.

Su nombre griego es Afrodita, los griegos en un juego de etimología popular ponían en relación su nombre con “aphrós”, la espuma marina de donde surgió. Venus es, por tanto, una diosa primordial, sin embargo, hay otras versiones como la del mismo Homero o poetas latinos, como Lucrecio, que la consideran un miembro de la familia olímpica, hija de Zeus y Dione.

 

 

Este cuadro parece estar inspirado en el Himno Homérico a Afrodita donde se narra cómo Céfiro arrastra a la diosa a la orilla soplando y las Horas la reciben con vestidos.

 A la izquierda aparecen otros dos personajes:

 

 

 

Céfiro y Cloris por W. A. Bouguereau, 1875

Céfiro es una personificación del viento del oeste, es hijo de la Aurora. En un principio representaba un viento molesto e impetuoso. Más adelante se dulcificó convirtiéndose en el viento primaveral de poniente a cuyo paso emergen las flores. Por esta personificación primaveral se suele representar como un joven acompañado de flores. En la Edad Media ya se le representaba como aquí ha hecho Botticelli, con los carrillos hinchados y soplando.

 Cloris es la esposa de Céfiro. Era una ninfa a la que Céfiro raptó del jardín de las Hespérides y posteriormente se casó con ella, con lo que ascendió a la categoría de diosa.  También se la conoce como Flora, “señora perpetua de las flores”.

 Acompañados de flores ambos acercan a Venus a la orilla. Se ha interpretado que estas flores son rosas. La rosa fue propuesta por Ovidio en sus Fastos como flor consagrada a Venus. Su olor  y belleza son símbolo del amor y las espinas del dolor que este puede acarrear.

Por último, a la derecha a parece una de las Horas, esta en concreto es la Hora de la primavera. Se la reconoce por el manto con motivos florales y la anémona azul que florece a sus pies. Las Horas eran personificaciones de las estaciones, aunque ésta es una interpretación posterior (Época Helenística). Eran hijas de Zeus y Temis y tenían una doble función: eran diosas de la naturaleza y, a su vez, protegían el orden social. En el Olimpo desempeñaban diversas funciones serviles, aunque en general se las considera seres abstractos. En cuanto a sus representaciones, en los primeros tiempos no se las distinguía entre sí. Es a partir de la Época Romana cuando comienzan a diferenciarse con atributos relativos a la vegetación y cuando más se las representa. Entre los modernos no siempre han seguido los modelos de la antigüedad. Botticelli asociaba la Primavera a Venus, a Flora y a las flores.

 

En cuanto a la relación de estos personajes con Venus:

Céfiro aparece en el Himno Homérico a Afrodita soplando para acercarla a la orilla.

Cloris es una relación más tardía, aparece como acompañante de Céfiro y en relación con la primavera y las flores.

La Hora de la Primavera aparece en el Himno. La relación entre la estación y la diosa aparece en más textos, además las Horas formaban parte del cortejo de Venus encargándose de su aseo personal.

 

 

Ideal neoplatónico de la obra:

 Botticelli era un autor que unía en sus cuadros la mitología y la historia del cristianismo bajo un ideal neoplatónico. Por lo que esta obra tiene significados implícitos.

Para empezar, hay que tener en cuenta que Platón en El Banquete hace referencia a dos tipos de Venus a partir de las dos versiones sobre su nacimiento. Estas dos diosas no aparecen individualizadas en el culto, son:

-Venus Urania: hija de Urano, representa al amor ideal, se acerca al ideal de belleza e inteligencia.

-Venus Pandemo: hija de Zeus y Dione, representa el amor carnal, el mero amor físico.

A partir de las ideas de Platón y otros filósofos como Zenón y Aristóteles surge, en el siglo III, en Alejandría, un sistema filosófico conocido como neoplatonismo. Este sistema evoluciona a lo largo del tiempo y en el Renacimiento responde a la sensibilidad de un grupo de intelectuales florentinos reunidos en torno a Lorenzo el Magnífico. Estos intentaban buscar la armonía (unidad) entre Belleza, Amor y Verdad que se encarnan en la figura de Venus como máxima conjunción de amor carnal y amor ideal (unidad de los grandes principios platónicos).

Los dos tipos de Venus se representan de distinta manera:

-La Venus Pandemo se representa vestida y llena de adornos al igual que el amor carnal.

-La Venus Urania (aquí representada) era pintada desnuda como símbolo de simplicidad y pureza.

Para Botticelli la Belleza Ideal no era una representación perfecta, sino el reflejo de una idea. El desnudo femenino se recupera en el Renacimiento como símbolo de inmaterialidad ya que no se había vuelto a pintar esta diosa pagana desnuda.

También se ha interpretado una relación entre el nacimiento de Venus desde el agua del mar (el agua era símbolo de fertilidad, al igual que la concha) y el nacimiento del alma cristiana desde el agua del bautismo.

Céfiro rapta a Cloris. Detalle de "La Primavera" Botticelli

En cuanto a los demás personajes:

Céfiro y Cloris representan la unión de Materia y Espíritu para insuflar vida a Venus, su nacimiento se entiende como el nacimiento de la armonía encuadrada dentro de los tres elementos: aire, tierra y mar.

La Hora luce en sus hombros una guirnalda de mirto, símbolo del amor. La primavera representa la estación del renacer, idea que se recalca con la anémona azul que florece a sus pies.

Se ha interpretado que la Hora tapa a Venus con su manto como símbolo de que los misterios de Venus, como los del conocimiento, se encuentran ocultos.

El cuadro es, en resumen, una representación de tema mitológico que mezcla lo pagano con lo cristiano y hace referencias sobre todo a la Belleza, el bautismo y las ideas.